La Ventana
La ventana no es solo una abertura en la pared: es un símbolo, una frontera entre lo que somos y lo que observamos. Cada mañana, al abrirla, se abre también un mundo de posibilidades. Afuera, la vida transcurre con su rutina, con sus sorpresas, con su caos… mientras que adentro, muchas veces, habitamos nuestra calma, nuestros pensamientos o nuestra propia tormenta.
Mirar hacia afuera… y hacia adentro
Detrás del cristal, hay algo más que una simple vista: hay una conexión. Desde niños aprendemos a mirar por la ventana para soñar. Mirábamos esperando a alguien, a algo. A veces, sin saberlo, esperábamos simplemente el paso del tiempo.
Hoy, en un mundo hiperconectado, las ventanas han cambiado de forma. Algunas son digitales: pantallas que nos muestran la vida de los demás. Pero aún así, ninguna sustituye esa sensación de abrir una ventana real, respirar hondo y sentir el viento en la cara.
La ventana como metáfora
En literatura y cine, la ventana suele representar deseo, esperanza, libertad o incluso encierro. Piensa en aquellas historias donde los personajes observan el mundo sin poder alcanzarlo. ¿Cuántas veces nosotros mismos hemos sentido lo mismo?
Abrir una ventana también puede ser abrirse a nuevas ideas, romper barreras internas, dejar entrar una nueva luz.
Conclusión
La Ventana nos recuerda que siempre hay algo más allá. Y que mirar hacia afuera también nos enseña a mirar hacia adentro. Tal vez, hoy sea un buen día para abrir esa ventana que llevas tiempo sin tocar.
La Ventana. También ciencia, historia, tecnología, cultura, fenómenos inexplicables y datos que te dejarán con la boca abierta. Si te apasiona aprender cosas nuevas cada día, ¡este blog es para ti!
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